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Con la llegada de las bajas temperaturas es habitual preguntarnos acerca de los problemas de salud frecuentes en invierno. Si te preocupa mantenerte sano y saludable durante la estación más fría del año, te invitamos a que sigas leyendo.
Con la llegada del invierno, nuestro sistema inmunitario se debilita y nos hace más proclives a contagiarnos por virus y terminar sufriendo resfriados. Para combatir esto, es importante que nuestra dieta contenga vitaminas y cofactores que ayuden a reforzar nuestro organismo, y a que nuestro metabolismo celular sea más eficiente. Entre las frutas y verduras de invierno destacamos, la calabaza, la lechuga, el apio, zumo de limón, mandarinas, granadas, el caqui, el cardo...
Con las bajas temperaturas y la humedad del invierno, los problemas de inflamación y en especial en las articulaciones, suelen agravarse notablemente. Para ello, intenta llevar una dieta rica en ácidos grasos omega 3, ya que gracias a su acción antiinflamatoria notarás mejoría en poco tiempo. Las grasas omega 3 podemos encontrarlas en numerosos alimentos: pescados azules (salmón salvaje, sardinas...), algas, marisco... y evitar sobretodo, las grasas trans, así como los alimentos procesados y ricos en azúcares.
Otro de los problemas de salud que suele acarrearnos la estación invernal, son las depresiones y el mal humor. Durante el frío, solemos estar más tiempo encerrados en casa lo que nos puede generar un sentimiento mayor de soledad y ansiedad. Así, debemos intentar al menos todos los días, tomar el sol como mínimo durante 1 hora al día. La luz solar regula nuestro reloj circadiano y ayuda a que nuestros procesos fisiológicos "se pongan en hora". Si además, te sientes más despistado de lo normal y te cuesta concentrarte, prueba a incluir en tu dieta los frutos secos (almendras, nueces...), y verás como notas la mejoría.
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