Product added to cart
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia. Para cumplir con la nueva directiva sobre privacidad electrónica, necesitamos el consentimiento para utilizar tus cookies. Aprende más.
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia. Para cumplir con la nueva directiva sobre privacidad electrónica, necesitamos el consentimiento para utilizar tus cookies. Aprende más.
Aquí tenéis un resumen con algunos trucos para obtener una depilación masculina perfecta, la máxima eficacia con el mínimo dolor.
Cada vez son más los hombres que deseosos de mantener un aspecto cuidado deciden depilarse incluso durante todo el año, bien por iniciativa propia o por sus parejas. Muchos expertos opinan que la retirada del pelo de ciertas partes del cuerpo, como las axilas, favorece una mayor higiene y satisfacción. No obstante, la depilación es un tema totalmente personal que cada hombre debe escoger por sí mismo.
Antes de comenzar el proceso, deberás eliminar cualquier piel muerta que pueda obstaculizar posteriormente la depilación. Para ello, usa un gel exfoliante o un guante de crin, para evitar que la punta del pelo se introduzca hacia dentro cuando vuelva a crecer.
Antes de depilarte o incluso rasurarte el vello, es importante ablandar el pelo y abrir los poros. Algo que te ayudará a conseguirlo es darte un baño relajante con agua caliente y vapor. De esta forma, la agresión a tu piel y el dolor será mucho menor.
Mantener la piel en un estado de máxima limpieza antes y horas después de la depilación es muy importante para evitar infecciones en los poros, que además de resultar antiestéticas puedan ser dolorosas.
En función de la zona que desees depilar y de tu tipo de piel, deberás escoger entre la rasuración por cuchilla, la depilación con bandas de cera para pieles sensibles, con cera fría etc. Las bandas son ideales para las piernas y zonas amplias de la espalda, ya que abarcan una amplia superficie y son más limpias y cómodas de usar que la cera convencional.
Tras la depilación, deberás calmar la inflamación de la zona con una loción refrescante e hidratante. El mejor remedio natural para ello es el Aloe Vera, que como ya citamos en artículos anteriores, posee innumerables propiedades. Corta una hoja de la planta y extiende su gel por la zona irritada, en unos pocos segundos notarás el cambio.