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El aloe vera se convierte en protagonista de la cosmética masculina, gracias a sus inmejorables propiedades medicinales. Descúbrelas y empieza a disfrutar de los beneficios de esta planta milenaria.
El aloe vera es una planta suculenta de aspecto similar a una pita, perteneciente a la familia de las Liliaceae. Su nombre procede del árabe y el latín, cuyo significado pone de manifiesto los tradicionales usos que ha recibido esta planta. "Sustancia amarga que brilla" y "verdadera" son los nombres que recibía en la antigüedad y que muestran que la planta ha sido considerada por nuestros ancestros, como un organismo de grandes propiedades terapéuticas.
El aloe vera presenta propiedades curativas en muchos casos: ayuda en la cicatrización de las heridas, en la desinfección, ante dolores articulares, en llagas o úlceras, infecciones o picaduras... No obstante, sus propiedades para la cosmética son más que conocidas por muchas casas comerciales, que suelen incluir su extracto en muchos de sus productos.
En la cosmética, el aloe vera es muy útil para disminuir los eccemas y la caspa, bajar la inflamación de la piel en personas que padecen acné, utilizarlo como gel hidratante tras el afeitado a modo de after shave casero, además, su poder antioxidante lo convierte en un gel facial ideal, y gracias a su efecto descongestionante disminuye los síntomas de las ojeras.
En su gel, podemos encontrar ingredientes como las saponinas (actúan como desinfectantes), fosfato de manosa (con acción cicatrizante), proteínas y esteroles (que ejercen como antiinflamatorios) etc.
Disfrutar de las cualidades medicinales y cosméticas que el Aloe vera puede proporcionarte es muy sencillo. Tan solo debes adquirir una planta y cultivarla en tu jardín. Conforme vaya creciendo verás que sus hojas aumentan de grosor. Cuando quieras utilizar su gel, corta una de las hojas más viejas y gruesas de la planta, ya que estas son las de mayor poder terapéutico y extiéndelo por la zona a tratar.