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Cada día se nos caen, de media, unos 50 pelos que se reponen con otro en el lugar que se perdió; cuando esto no ocurre podríamos estar hablando de calvicie. Para los hombres, la importancia de conservar nuestro cabello fuerte y sano va más allá que para las mujeres: somos más propensos a la alopecia.
Un pelo fuerte y abundante es signo de juventud, por eso todos queremos cuidarlo. El estrés, una mala alimentación o un desorden hormonal pueden provocar la pérdida de gran parte de nuestro cabello, por lo que es aconsejable llevar una dieta sana y equilibrada, además de hacer deporte que está demostrado que, a parte de mejorar nuestro físico, ayuda a estar más feliz y relajado.
Hay otras medidas que pueden tomarse para evitar que nuestro pelo se debilite. Hay que empezar por lavarse con champús suaves, y cuando nos enjabonemos es importante masajear bien el cuero cabelludo para reactivar la circulación sanguínea en la zona. La temperatura del agua también es importante, nunca ha de ser demasiado caliente. Otro truco es dar el último aclarado con agua fría, lo que fortalecerá nuestra fibra capilar y mejorará la microcirculación del cuero.
Pero hay algo contra lo que no es tan fácil luchar: nuestra herencia genética. La genética es uno de los factores más determinantes a la hora de hablar de alopecia. ¿Cómo evitar la pérdida de cabello en estos casos? Hay que optar por tratamientos que fortalezcan nuestro pelo y mejoren la calidad de nuestro cuero cabelludo, y no esperar a que sea demasiado tarde para usarlos. Es importante usar champús y sueros anti-caída que se aplican en el cuero cabelludo y complementarlo con suplementos alimenticios que fortalecerán la raíz desde el interior.